Ayer nos dejó nuestro amigo Estaban Valenzuela Martínez. Con 90 años de edad dejaba su ciudad sin hacer ruido. Él ya está junto a su "Chiquilla del Gavellar" y al lado de Jesús al que tanto acompañó los Viernes Santo. Esteban fue una gran persona, se daba a los demás, junto a otro gran hombre -Antonio Gutierrez "El Viejo"- dieron un impulso a la caridad en nuestra Ciudad, con Cáritas Úbeda. Esteban fue Presidente de Caritas durante muchos años, su negocio -un estanco en la Explanada- era un lugar de encuentro, siempre que llegabas allí, te atendía con una sonrisa, allí mismo atendía a los más necesitados, le daba el "vale" para tomar el autobús a los que carecían de recursos, siempre sonriente, con amabilidad atendía a todos. Ayer en el Santuario de María Auxiliadora de los PP. Salesianos, se ofició el funeral de entierro, él revestido con la túnica de Jesús, y con las medallas de Jesús y de la Virgen de Guadalupe, fue enterrado en el Cementerio de San Ginés de Úbeda; la Misa fue oficiada por cinco sacerdotes, don Robustiano Gallego, don Eusebio Figueroa, don Ildefonso de la Torre, el Arcipreste don Antonio Vela y el salesiano don Teodoro Castillejo, su féretro estaba recubierto de la Bandera de Cáritas Interparroquial y una capa de la Virgen de Guadalupe -como se puede ver en la segunda fotografía-. El actual Coordinador Interparroquial Rafael Gómez, leyó unas palabras de monición de entrada, resaltando algunas virtudes y acciones caritativas de Esteban.
Para Esteban, su amor era su familia -hermanas y sobrinos-, su Jesús y su Patrona. Como he referido todos los "Viernes Santos" de madrugada acompañaba a Jesús, también iba de romero al santuario todas las primaveras para ver a su "chiquitilla"; él recibió a la Virgen -Patrona de Úbeda- en el Molino de Lázaro un primero de mayo hace unos años y con lágrimas en los ojos la despidió también en representación del pueblo, en el mismo lugar. La Archicofradía de la Virgen de Guadalupe le nombró "Hermano Honorario" y en el santuario, tiene una placa con su nombre. Esteban era un hombre desprendido, si le pedías un favor sin pestañear te lo daba. Yo tengo muchas anécdotas buenas de él; siempre servicial, caritativo, amable, respetuoso, era un honrado trabajador. Amigo Esteban, descansa el sueño de los justos y goza junto al Padre, pues te has ganado un lugar en el Cielo; d.e.p. amigo y que la tierra te sea leve.
(fotos de J. Ruiz Quesada y de E. Santa Bárbara)
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