José Ruiz Quesada
Ayer sábado 28 de junio, fue un día especial para todos los creyentes. En este día celebró la Vigilia de Espigas la ciudad de Úbeda. La fiesta comenzó en el Hospital de Santiago con la recepción de las distintas Secciones de Adoradores Nocturnos venidos de distintos puntos de la provincia. Después se celebró en Pregón Eucarístico a cargo del ubetense don José Carlos Sanjuán Monforte, que con palabras sinceras nos enseño el culto a la Eucaristía y la adoración a Jesucristo vivo en el Sagrario.
A continuación se procedió a la procesión de Banderas, en la misma participaron las cofradías de Semana Santa representadas por sus Hermanos Mayores que portando báculo acompañaron desde el Hospital de Santiago hasta la Iglesia de San Pablo. Allí celebró la Santa Misa el Sr. Obispo don Ramón del Hoyo López, concelebrada por todos los sacerdotes de la provincia que vinieron para la ocasión.
Terminada la misma, le siguió la Vigilia propiamente dicha y el turno de vela ante el Santísimo, para acabar con una procesión desde la Iglesia de San Pablo y llegar a Santa María y volver nuevamente al templo del Apóstol. La Procesión del Santísimo bajo Palio, fue llevada por los sacerdotes y se fue depositando en todos los altares que para la ocasión las distintas Cofradías habían levantado. Altares preciosos y dignos de la categoría que se presupone que tienen las distintas hermandades. Iluminados por la candelería estos dieron la luz al mismo Jesús cuando se paraba en su altar preparado.
La citada Procesión salió a las 2 horas de la madrugada y recorrió las siguientes calles que han pasado a la historia de Úbeda: Plaza 1º de Mayo, Calle María de Molina, Calle Juan Montilla, Plaza de Santa María, calle Juan Ruiz González y Plaza 1º de Mayo.
Los altares levantados fueron por orden de recorrido los siguientes: frente a la puerta de los carpinteros se encontraba el altar de la Virgen de Guadalupe, después la Virgen de Gracia, la Humildad y la Santa Cena que llevó al altar a su Titular, la primera vez que se podía contemplar fuera de su parroquia y de su trono. Le siguieron los altares del Prendimiento, la Buena Muerte, el altar de Jesús Nazareno con una bella imagen de la Divina Pastora, la Columna, las Angustias, La Caída en la puerta de Santa María, el Santo Entierro, Resucitado, Costaleros, Borriquillo y la Oración. Le siguieron la Virgen del Carmen, la Soledad, la Expiración y terminando con el altar de la Sentencia en la fuente de San Pablo. Muchas calles estaban decoradas con alfombras de colores con bellos motivos eucarísticos..., preciosas todas ellas.
Desde la escalinata de la Iglesia, don Eusebio Figueroa dio la bendición a los fieles que acompañaron al Santísimo.
Una jornada que quedará en el recuerdo de los ubetenses y los forasteros que vinieron a la mencionada Vigilia de espigas. Úbeda ha celebrado esta Vigilia de Espigas con nota y de paso ha cerrado el Primer Centenario de la Adoración Nocturna en nuestra ciudad. Enhorabuena a todos, a la Sección Adoradora y en especial a las Cofradías de Semana Santa por el enorme esfuerzo y empeño que han puesto, para que esta efeméride se haya desarrollado con la mayor solemnidad posible.
Ayer sábado 28 de junio, fue un día especial para todos los creyentes. En este día celebró la Vigilia de Espigas la ciudad de Úbeda. La fiesta comenzó en el Hospital de Santiago con la recepción de las distintas Secciones de Adoradores Nocturnos venidos de distintos puntos de la provincia. Después se celebró en Pregón Eucarístico a cargo del ubetense don José Carlos Sanjuán Monforte, que con palabras sinceras nos enseño el culto a la Eucaristía y la adoración a Jesucristo vivo en el Sagrario.
A continuación se procedió a la procesión de Banderas, en la misma participaron las cofradías de Semana Santa representadas por sus Hermanos Mayores que portando báculo acompañaron desde el Hospital de Santiago hasta la Iglesia de San Pablo. Allí celebró la Santa Misa el Sr. Obispo don Ramón del Hoyo López, concelebrada por todos los sacerdotes de la provincia que vinieron para la ocasión.
Terminada la misma, le siguió la Vigilia propiamente dicha y el turno de vela ante el Santísimo, para acabar con una procesión desde la Iglesia de San Pablo y llegar a Santa María y volver nuevamente al templo del Apóstol. La Procesión del Santísimo bajo Palio, fue llevada por los sacerdotes y se fue depositando en todos los altares que para la ocasión las distintas Cofradías habían levantado. Altares preciosos y dignos de la categoría que se presupone que tienen las distintas hermandades. Iluminados por la candelería estos dieron la luz al mismo Jesús cuando se paraba en su altar preparado.
La citada Procesión salió a las 2 horas de la madrugada y recorrió las siguientes calles que han pasado a la historia de Úbeda: Plaza 1º de Mayo, Calle María de Molina, Calle Juan Montilla, Plaza de Santa María, calle Juan Ruiz González y Plaza 1º de Mayo.
Los altares levantados fueron por orden de recorrido los siguientes: frente a la puerta de los carpinteros se encontraba el altar de la Virgen de Guadalupe, después la Virgen de Gracia, la Humildad y la Santa Cena que llevó al altar a su Titular, la primera vez que se podía contemplar fuera de su parroquia y de su trono. Le siguieron los altares del Prendimiento, la Buena Muerte, el altar de Jesús Nazareno con una bella imagen de la Divina Pastora, la Columna, las Angustias, La Caída en la puerta de Santa María, el Santo Entierro, Resucitado, Costaleros, Borriquillo y la Oración. Le siguieron la Virgen del Carmen, la Soledad, la Expiración y terminando con el altar de la Sentencia en la fuente de San Pablo. Muchas calles estaban decoradas con alfombras de colores con bellos motivos eucarísticos..., preciosas todas ellas.
Desde la escalinata de la Iglesia, don Eusebio Figueroa dio la bendición a los fieles que acompañaron al Santísimo.
Una jornada que quedará en el recuerdo de los ubetenses y los forasteros que vinieron a la mencionada Vigilia de espigas. Úbeda ha celebrado esta Vigilia de Espigas con nota y de paso ha cerrado el Primer Centenario de la Adoración Nocturna en nuestra ciudad. Enhorabuena a todos, a la Sección Adoradora y en especial a las Cofradías de Semana Santa por el enorme esfuerzo y empeño que han puesto, para que esta efeméride se haya desarrollado con la mayor solemnidad posible.
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