domingo, 20 de abril de 2008

LA SENCILLEZ DE UN COFRADE








José Ruiz Quesada

La sencillez de un cofrade y amigo. Hoy en esta reflexión personal traigo unos recuerdos de mi amistad con Juan Pedrosa. Juan Domingo Pedrosa Sanz nació en la ciudad de los Cerros allá por la década de los 40. Juan es un hombre sencillo, amable y profundamente cristiano, siempre dispuesto a servir a los demás; mi amistad viene desde el año de 1984, cuando junto a Francisco Salido, Cristóbal Herrador, Antonio Calvente, Ignacio Martínez, Lorenzo Martínez, Pablo Jiménez y yo, entre otros que no recuerdo bien, creamos la Asociación de Costaleros, él fue el primer pilar donde se apoyó la Asociación, para ser más tarde una realidad cuando se constituyó como Hermandad de Costaleros -años más tarde se le añadiría la denominación de Stmo. Cristo de la Pasión-. ¿Cuántos sacrificios y cuántas horas? Juan fue el primer Vicecapataz de la Asociación y el primero que estaba dispuesto a trabajar. El primero que estaba en la Casa de Cofradías para ponerles el cine a los más pequeños, cuándo se comenzó con el Ciclo de Cine para los pequeños cofrades ubetenses, allí con su tranquilidad y aguante que le caracterizaba les daba unos caramelos para que se callasen. ¿Y con las carrozas de Romería? ¿Cuántas horas trabajando; horas y horas trabajando por la Hermandad, y sin dejar de prestar su colaboración a su Cofradía del alma.
Cofrade de la Oración en el Huerto, Juan es toda una institución en ella, la banda de tambores y cornetas le tiene por un cofrade ejemplar, en ella fue redoblante y de los buenos. No había tarde que no le llevase unas habas verdes y un litro de vino para entonarse y quitarse el frío en las noches de ensayo allí en la plaza de Toros. Costalero auténtico y mejor persona, en la Santa Cena, en la Oración y dónde se le llamara, siempre dispuesto...
Supo ganarse el pan con su camioneta y dispuesto siempre a viajar a los distintos pueblos de la provincia para sacar a su familia adelante, fruto de su unión matrimonial tuvo una hija, ya felizmente casada. Juan sigue caminando por estos parajes terrenales abriéndose paso para alcanzar su lugar en la otra vida, él si sabe que hay un hueco junto a los suyos en la otra vida y allí gozará de la presencia de su Cristo y seguirá velando por sus amigos como lo está haciendo aún entre nosotros. Como decía su amigo y cofrade de la Oración en el Huerto Eugenio Santa Bárbara, Juan es un cristiano y cofrade ejemplar que ha trabajado y sigue trabajando desde el anonimato, pues él no quiere medallas, porque todo lo hace de corazón. Luchador incansable y buena persona, mi estima personal siempre irá contigo.
Un fuerte abrazo amigo Juan, y enhorabuena por el premio y reconocimiento que has recibido como mejor cofrade, a través de los internautas de Cruz de Guía.

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