domingo, 13 de abril de 2008

REFLEXIONES EN MI DESPEDIDA DE HERMANO MAYOR




José Ruiz Quesada

Ya han pasado unas jornadas desde que se marchó nuestra Semana Grande, llevándose nuestro esfuerzo, nuestra ilusión y nuestro sacrificio, sólo queda en nuestro recuerdo las bellas imágenes y los momentos inolvidables, estos quedarán en nuestro interior como un regalo que nos entregan. La nostalgia embarga nuestro corazón, pero queda la esperanza de que esta volverá y con más ilusión la afrontaremos.
Todo sigue igual y todo sigue diferente, el tiempo sigue imperdurable por los siglos, nosotros somos los que nos marchamos al infinito de los tiempos y dejamos de lado esta vida terrenal, y así siempre será, sólo seremos un recuerdo.

El aire que impregna de aroma de este mar de olivos que nos rodea y de azahar, reconforta nuestra alma afligida, la espera se hará más placentera, y esta espera habrá valido la pena; si nuestro pensamiento está lleno de amor y esperanza.

La amistad deberá de imperar por encima de egoísmos y de nuestro propio ego, nos paramos a pensar en el daño que se hace con nuestra acción u omisión, de palabra o con hechos. Nuestro ímpetu inicial debería dejar paso a la reflexión sosegada, con la calma se entra en razón mas rápido y entonces la honradez de la persona surge como brote nuevo... Si hay que pedir disculpa, se hace; y si nos hemos equivocado rectificamos; como decía el dicho: rectificar es de sabios.
Hay algo más hermoso que perdonar y saber perdonar, el espíritu goza con el perdón dado y una paz se introduce en nuestro corazón. Los errores hay que saber admitirlos, así como hay que agradecer gestos y acciones, hay que saber pedir disculpas por errores cometidos.
Dentro de unos pocos meses dejaré el cargo de Hermano Mayor de la más entrañable y antigua Cofradía de Úbeda; diré que para mí ha sido un honor, que he tenido la dicha al presidir dicha hermandad durante seis años, en ellos he intentado hacer mi trabajo lleno de honradez y con toda la responsabilidad que el cargo conlleva, mis pasos generalmente consensuados con la Junta han sido certeros o erróneos, eso lo dirá la historia, pero lo cierto es que siempre se tomaron por el bien de la cofradía y de la Semana Santa de Úbeda. Ahora bien, desde aquí pido disculpas a todo aquel que se halla sentido ofendido con mi proceder, nunca ha sido, ni ha estado en mi ánimo el hacerlo con mala fe y predisposición. En una convivencia de tantos años, surgen roces, voces más altas que otras, diferentes opiniones. Siempre he pretendido escuchar a todos, aunque a veces el cargo hace que en ciertos momentos se tengan que tomar decisiones que no a todos les gusta. Pero repito nunca fue mi intención hacer daño adrede, por ello reitero mi disculpas.
Es cierto que se marchó Manolo Madrid -por decisión propia- de la Junta hace un año aproximadamente, y ese momento fue amargo para mí, aunque alguien no lo crea. Si él hubiese venido a la semana siguiente de su dimisión y me pide que desea seguir en la Junta, yo lo hubiese acogido con alegría, porque yo no perdí la confianza con él, como el lo pensó o quizá le pareciese. Solamente no estaba de acuerdo con sus palabras vertidas en la red, y así se lo indiqué, que él mismo rectificó y pidió disculpas públicamente -gesto que le honró-.
Este fue el momento más triste en mi mandato -aparte indudablemente de despedir a amigos y hermanos de Jesús, cuando se marcharon de este mundo terrenal, para irse con el Padre- . pero como decía al principio hay que quedarse con los buenos momentos, y estos han sido muchos, decir que he tenido la dicha de tener un equipo de personas, trabajadores, honrados y buenas personas, sin ellas yo no sería nadie, que nadie piense que el Hermano Mayor lo hace todo y que es el más importante de la cofradía, craso error, si alguien piensa así, está perdido; gracias a todos. La Junta Directiva está formada por un equipo y el Presidente es la cabeza visible y aparte de la máxima autoridad es el responsable de todos los actos buenos y malos, pero es el equipo el que trabaja y lleva a buen puerto la nave y es el grupo humano el que tiene que remar en la misma dirección, todos juntos -como decía el capitán blanco Raúl, juntos podemos-.
Termino diciendo; en el tiempo que Manolo Madrid estuvo con nosotros ejerció su cometido con verdadero espíritu de trabajo honrado y eficaz, la Revista de Jesús se engrandeció y alcanzó las cotas máximas de perfección y trabajo bien hecho. Gracias Manolo, siempre te tendré como un amigo, aparte de buen escritor, el error del que te arrepentiste está olvidado, y sé que lo que más pena te dio, fue que nadie en la Asamblea pasada del Domingo de Pasión, te defendiera; y estabas en lo cierto, de lo que afirmaste. Por ello, di cumplimiento a tu encargo en la última Junta y así consta en el acta.
Por lo demás, me iré con el deber cumplido y con la satisfacción de haber trabajado por la Cofradía de Jesús desde el cargo de máxima representación y responsabilidad; que he intentado llevar con orgullo sano y con el máximo respeto y responsabilidad... La historia lo dirá
Como decía al principio la mistad debe imperar por encima de nuestro propio egoísmo, hay que dar paso a la reflexión y a la concordia.
Y mientras tanto esperar que el tiempo lo olvide todo -lo malo- y deje en nuestro corazón los momentos buenos, imperando la concordia y la amistad.

Un abrazo a todos.

2 comentarios:

Manuel Madrid Delgado dijo...

Gracias por los piropos.
Saludos.

Jose Ruiz Quesada dijo...

Hola amigo Manolo:
Gracias por pasar y comentar en mi blog..., no son piropos es el reconocimiento a tí y a tu magnífico trabajo, porque que te lo has ganado, con tu efectivo y responsable quehacer.., un abrazo José.