sábado, 3 de mayo de 2008

UN PASEO POR MADRID



José Ruiz Quesada

Hoy se celebra en Madrid la sublevación del pueblo madrileño a la invasión napoleónica. El dos de mayo de 1808 entró en la historia de la lucha de unas gentes que no querían ser sometidas a la disciplina de otro pueblo. Goya dibujó con una fuerza desgarradora los fusilamientos de los gabachos a los patriotas madrileños. Hoy en el Museo del Prado había una larga fila de personas que iban a ver la exposición de los cuadros de Goya que conmemoraba dicha efeméride... Seguidamente me fui paseando por la Castellana y llegué a Cibeles, lugar enigmático y entrañable de los madridistas cuando celebran algún título deportivo. La diosa Cibeles está preparada, porque dentro de unos días se magnificará y habrá una explosión de júbilo por la conquista de la 31ª Liga de fútbol por el Club Centenario más famoso y laureado del mundo, me estoy refiriendo indudablemente al Real Madrid C. F.
Después del largo paseo por la Castellana en un día luminoso y tranquilo, cogí el Metro y llegué a la casa de mi hija; luego nos fuimos todos a tomar un aperitivo por el parque cerca de Martínez de la Riva.
Hoy era uno de los pocos días que se podía pasear tranquilamente por el Madrid castizo, las Avenidas casi sin circulación; todos se habían largado a la playa o a la montaña a gozar de estos días de descanso del puente de mayo; otros estarían concentrados en las manifestaciones del 1º de mayo -lucha del trabajador-. En definitiva Madrid medio solitaria gozaba de la tranquilidad propia de un pueblo... Mañana volverá la vorágine y los atropellos, las carreras y en definitiva la actividad propia de la capital madrileña, donde conviven más de tres millones de criaturas humanas de diversos continentes. Así como las florecillas -en la incipiente primavera- surgen entre las hierbas frescas en armonía, así conviven las gentes en el Madrid del siglo XXI.

Y mientras tanto se celebrará este fin de semana en la capital la Asamblea General de los Gobernadores del Banco Asático de Desarrollo -BAD- para tratar de paliar la crisis alimentaria en el mundo.

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