Esta semana pasada se terminó la Semana grande de Pasión.., por nuestras calles y vetustas piedras pasearon nuestras bellas y Sagradas Imágenes, todas lucieron en todo su esplendor y la lluvia tan temida no apareció en ninguna Estación de Penitencia, a excepción de la Entrada de Jesús en Jerusalén, que cuando transitaba por la calle del Real le sorprendió una lluvia fina y pertinaz que les hizo acortar su recorrido.
Prácticamente los guiones de hermanos han sido en extensión similares a los del año pasado, mostrándose una pequeña disminución, con algunas excepciones como Nuestra Señora de Gracia que aumenta año tras año, consolidándose como una gran Hermandad, todo lo distinto a la Cofradía de Silencia de la Buena Muerte, que año tras año su número de hermanos disminuye.
Jesús siguen en cabeza en número de hermanos, aunque dos parones de más de 15 minutos antes de llegar al templo, afeo su procesión, ello fue por encontrarse saliendo la Hermandad de la Caída del mismo templo.
Los romanos siguieron con su imponente toque y marcialidad, marcando un hito en nuestra ciudad.., Por último el Resucitado pudo realizar su recorrido sin ninguna novedad, a pesar del cielo que a la hora de su salida amenazaba lluvia, pues antes había llovido y parecía que no iba a salir, luego un sol y un cielo azul cubrió la ciudad ubetense.
Se finalizó la Semana se Pasión con la Magna Procesión General, donde los pasos, hermanos y atributos acompañaron al Santo Entierro, la Plaza Vázquez de Molina era un hervidero de cofrades, visitantes, Imágenes, bandas de tambores y cornetas, galas y atributos, todo formando una simbiosis espiritual.
Lo dicho, se ha cerrado una hermosa Semana Santa llena de fervor, pasión, fe y devoción, donde todos pudimos contemplar los bellas imágenes ubetenses paseando por las calles y plazas renacentistas.
(fotos de J. Ruiz Quesada)