Después de almorzar, visitamos el Museo Vaticano junto la Capilla Sixtina y la Basílica de San Pedro..., al día siguiente visitamos con guía las bellezas de Roma, como el Coliseo, el Foro Romano, la Plaza Navona, el Panteón, la Fontana de Trevi, etc. después del almuerzo, seguimos viendo Trastevere, Circo Massimo, diversas Basílicas como la de San Juan de Letrán, Santa María la Mayor, etc. el día nueve fue día libre para seguir visitando zonas de Roma, la estación Termini y hacer algunas compras, después del almuerzo, se recogió todo y nos marchamos al aeropuerto de Roma para volver a España. Diré que la estancia fue en el Hotel "Domus Sessoriana", situado en la Plaza de la Santa Cruz de Jerusalem, edificio del siglo X y adaptado para el hotel, éste está junto a la Basílica de la Santa Cruz de Jerusalém. En esta Basílica se encuentran varias reliquias de la Crucifixión de Cristo, parte de la Vera Cruz, un clavo, espinas, etc. también hay una copia de la Sábana Santa de Turín.
Un viaje inolvidable con experiencias muy gratificantes, a pesar de algunos inconvenientes que mejor olvidarlos. Gracias a la buena gestión de María Muñoz, a los Salesianos y la Casa Ducal con su financiación, al Administrador del Salvador Juan Mª García y a nuestro Capellán don Jesús Manuel Monforte, por su aliento, nuestro sueño de visitar Roma se hizo realidad; con la audiencia al Papa, con poder ver la magestuosa Plaza de San Pedro y toda la Roma Imperial nuestro viaje fue un logro casi impensable hace unos años que lo habíamos planeado; decir que a pesar de las previsiones negativas del tiempo, allí nos hizo tres días maravillosos, sin tener que llevar el paraguas, un tiempo soleado muy lindo. Podemos decir que ver al Papa y ser recibidos por él, cantar una misa en una Basílica de Roma, esto no tiene precio; por todo ello el viaje mereció la pena y nuestra satisfacción fue inmensa; los acompañantes de los seises fueron maravillosos, serviciales y amables; todo en un ambiente lleno de fraternidad y amistad inimaginable.., gracias una vez más a todos los que lo hicieron posible, gracias y gracias y cómo nó a nuestra Directora María Jesús García potr todo lo que se ha implicado en este viaje, por todo lo que nos enseña y por toda la paciencia, gracias de corazón..
Como anécdotas positivas, diré que le cantamos al Santo Padre, que también cantamos en la Plaza de San Pedro, en la Fontana de Trevi y en el aeropuerto de Roma, dónde además de cantar villancicos, varios de nuestros niños seises tocaron en un piano de cola que había en el centro de la sala de espera del citado aeropuerto romano, además de los niños también tocó el piano -como no podía sewr de otra forma- nuestro maestro organista del Salvador Emilio José Alejo.., todo fue maravilloso y difícil de olvidar.
(fotos de María Deblas y J. Ruiz Quesada)
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